Los instaladores recomiendan Petrocat

Cada año, por ley, un profesional debe revisar tu caldera. El período ideal para hacer este mantenimiento es antes de los meses de frío. Primavera y verano son épocas perfectas para hacerlo. El otoño también es buena época, aunque puede haber problemas de disponibilidad de técnicos; no olvidemos que es en otoño cuando debemos reiniciar la caldera y tener todo a punto para el invierno.

Estas revisiones son necesarias para evitar averías en invierno, cuando nuestra caldera funciona a pleno rendimiento. Piensa que, si tienes que reparar tu caldera en invierno, no será fácil programar cita, la caldera no podrá funcionar durante el mantenimiento o reparación de la misma, y que el coste de una reparación en urgencia se puede disparar.

Mantener la caldera en buenas condiciones es obligatorio por ley y seguro. Pero, además, es una pequeña inversión con mucho retorno puesto que te permitirá ahorrar en consumo y posibles reparaciones.

Estas sencillas comprobaciones son útiles si las realizas de forma periódica para asegurarte de que estás utilizando correctamente la caldera y garantizar su rendimiento.

En cuanto a la parte más técnica, se tiene que acudir a un profesional cualificado, ya que requieren conocimientos específicos e instrumental adecuado.

Para poder limpiar los diferentes elementos de la caldera, el primer paso que tendrá que realizar sí o sí tu instalador es el desmontaje y la revisión del quemador.

Luego, para garantizar un buen mantenimiento global se tendrán que limpiar y revisar: el tubo de llama, el deflector, los electrodos, el difusor-boquilla, la cámara de combustión, la fotocélula y el filtro del gasóleo.

Por último, tendrá que realizar un análisis de la combustión. Analizar los gases de la combustión permitirá determinar las concentraciones de contaminantes y ajustar al máximo el rendimiento de la caldera.

Si quieres saber más entra aquí y descubre qué puedes hacer tú y qué puede hacer un profesional para mantener tu caldera en las mejores condiciones.

Ya sabes que el mantenimiento anual es obligatorio por ley. Si no lo realizas, tu seguro del hogar no te cubrirá en caso de avería.

Así pues, lo primero de todo es cumplir con la ley. Pero más allá y sobre todo, piensa que, si no tienes tu caldera en buenas condiciones, existen riesgos de salud, de consumo disparado o de problemas con el seguro.

Sabemos que el monóxido de carbono causa muchos accidentes y casi un centenar de muertos en España al año, siendo la principal causa de accidentes domésticos.

Vamos a conocer los síntomas y peligros derivados del monóxido de carbono.

El monóxido de carbono emana de aparatos de calefacción o cocina que presentan averías o deficiencias. Al no producirse una combustión total del combustible, el monóxido de carbono se expande por el aire. No se ve, no se huele y es muy tóxico. Es un gran riesgo para la salud, ya que, al respirarse, este gas provoca dolor de cabeza, desmayos, vómitos, daños cerebrales y hasta la muerte.

Actúa rápidamente si detectas los síntomas antes descritos y sospechas de la presencia de monóxido de carbono en el aire cuando tus aparatos de calefacción o cocina están encendidos:

–    Abre puertas y ventanas

–    Apaga los aparatos de calefacción y cocina

–    Sal del alojamiento

–    Llama a los servicios de emergencia y no vuelvas a entrar hasta que lleguen ellos

Es importantísimo mantener en buenas condiciones todos los aparatos susceptibles de emanar monóxido de carbono. No olvides nunca hacer las revisiones pertinentes a tu caldera; los técnicos profesionales están para eso.

Para evitar el envenenamiento por monóxido de carbono y protegerse del peligro, es importante que tu caldera de gasoil y los dispositivos de calefacción estén revisados ​​regularmente por un profesional.